Si estás leyendo este artículo es porque seguramente tienes un problema con respecto a que tu hijo pueda dormir solo, que lo haga durante toda la noche y además sin sobresaltos. Es por ello que te compartimos algunas estrategias para ayudar a los niños a dormir solos.
Aspectos que impiden a los niños el dormir solos
Los niños de manera natural tienen miedo a la oscuridad ya que como especie anteriormente debíamos estar alerta ante los peligros de lo que no era visible. Si además de esto le sumamos que muchos niños padecen una falta de separación sana de sus padres, como cuando son sobreprotegidos y que al dormir pueden llegar a tener pesadillas y terrores nocturnos, esto da como resultado un problema que puede llegar ser complejo.
Diferencia entre pesadillas y terrores nocturnos
De acuerdo a Diane Papalia los terrores nocturnos se presentan alrededor de una hora después de que el niño se quedó dormido y se caracterizan por el despertar abrupto de un sueño profundo en estado de pánico.
El niño se tranquiliza de manera fácil y comúnmente a la mañana siguiente no recuerda nada. Estos episodios alarman más a los padres que a los niños.
Por lo general dejan de presentarse de manera natural, no son señal de problemas emocionales y simplemente pueden ser el efecto de un sueño muy profundo.
Por otro lado las pesadillas suelen presentarse hacia la mañana y los niños la recuerdan de una forma muy vivida.
Las pesadillas ocasionales no son un problema, especialmente en niños menores de 6 años quienes tienen mayor posibilidad de presentarlas. Sin embargo los niños que tienen pesadillas de forma recurrente desarrollan una ansiedad que asocian con el hecho de dormir, por lo cual muchos niños se resisten a hacerlo o a dormir solos.
La causa por la que los menores tienen un mayor grado de pesadillas es debido a que mediante el sueño manifiesta los aspectos emocionales de su entorno, por lo cual es común que niños que están en situaciones de crisis, angustia, duelos, estrés, entre otros, tengan más pesadillas que los niños que tienen una estabilidad emocional.
Estos niños por más recompensas, amenazas, alimentos y rutina para conciliar el sueño que se les de, lo que realmente necesitan es de un acompañamiento psicológico para resolver la crisis emocional y de esta manera dejen de presentarse las pesadillas.
Para los niños que tiene terrores nocturnos y miedo a la oscuridad La Academy of Pediatrics (AAP) da las siguientes recomendaciones
Ayuda a los niños para irse a dormir
- Establece una rutina regular y sin presiones para ir a dormir: Realiza actividades tranquilizadoras previas a la hora de dormir (20 minuto antes aproximadamente) como leer cuentos, tener una conversación, hablar sobre lo sucedido en el día, etc.
- Evita el juego y actividades estimulantes como uso de tabletas y teléfonos inteligentes previo a irse a la cama.
- Mantén encendida una pequeña luz si esto hace sentir al niño más cómodo
- Conservar la calma pero no cedas ante las súplicas de “solo uno más” cuando se refieran a otro cuento, otro vaso de agua, etc.
- Si estás tratando de quitar un mal hábito al niño, ofrece una sencilla recompensa por su buen comportamiento al irse a dormir.
- Evita llevar a los niños demasiado temprano a dormir
- Si los temores de un niño ante la oscuridad o para dormir han persistido por un tiempo considerable, busca un programa que enseñe al niño a relajarse y sustituir los pensamientos atemorizantes que surgen ante situaciones de estrés y ansiedad por pensamientos agradables y de empoderamiento.
Ayuda a niños para volver a dormir
- Si un niño se despierta durante la noche, llévalo de regreso a su cama, háblale con tranquilidad y haz alguna demostración de afecto como dar una caricia, pero siempre mantente firme.
- No menosprecies la angustia que experimentan los niños ante las pesadillas Entiendo que te sientas angustiado, fue una pesadilla, pero volvamos a dormir. Tranquilízalo y si las pesadillas persisten por más de 6 semanas acude a una consulta psicológica.
- Después de los terrores nocturnos no despiertes al niño, si se despierta no le hagas preguntas sobre lo que estaba soñando, solo deja que se vuelva a dormir.
- Ayúdale a dormir lo suficiente mediante un horario regular. Los niños demasiado cansados o sobreexitados son más propensos a padecer de terrores nocturnos.
- Si el niño es sonámbulo llévalo de regreso a la cama. Mantén tu casa con barandal que impida bajar las escaleras, ventanas con seguros, y alarmas de movimiento en la puertas del cuarto del niño, para que así tengas seguridad cuando se levante.