Muchas veces me han dicho la frase -No sé cómo puedes ser maestro de niños, a mí no se me da eso de explicar temas, hacer tareas, crear recursos, no tengo la paciencia ni la vocación. Y con la cuarentena muchas de las personas que me decían esa frase se convirtieron en maestros/as o asistente de maestro/a de un día para otro. Es por ello que en el artículo de esta semana te comparto mi opinión sobre algunas dificultades para el aprendizaje durante la cuarentena.
No contar con las vías de comunicación durante la cuarentena
Lo primero que tenemos que tomar en cuenta en el aspecto educativo, es que la pandemia pone en desventaja a muchas familias, y no solo hablo de la necesidad de contar una computadora o tablet en casa, sino la necesidad de contar con una por integrante de la familia.
Pues una familia que solo cuenta con un aparato dará prioridad a las obligaciones laborales sobre las educativas o suponiendo que se cuentan con 2 computadoras en casa y una la requiere el padre o la madre, pero hay dos hijos ¿quién la usara?
El internet es otro gran factor, las videoconferencias requieren de una gran cantidad de datos y si se están usando varias computadoras a la vez la calidad en el video y en el audio puede llegar a ser mala, a menor calidad de esto (imágenes pausadas, pérdida de señal por momentos, audios inentendibles, etc.) menor atención prestarán los niños, inclusive cuando tengan disposición al aprendizaje.
El entorno
Supongamos que en un caso ideal cada niño tiene su computadora y puede tomar la clase ¿Dónde la atenderá? ¿En la sala o en la mesa de la cocina mientras los padres están en una videoconferencia de trabajo o haciendo las labores del día como aspirar, usar la licuadora poner una lavadora? O ¿En su cuarto a puerta cerrado donde están todos sus juguetes y elementos que pueden dar como resultado la distracción?
El lugar ideal sería un estudio o lugar donde existan las condiciones adecuadas como una mesa y una silla, ventilación y luz y que carezca de grandes distractores, pero ¿Cuántas familias tienen este tipo de espacios en casa?
Los recursos pedagógicos
En una clase ordinariamente el/la maestro/a cuenta con una gran cantidad de recursos pedagógicos a su disposición, tal es el caso de: Pizarrón, laminas, trabajo en equipo, dinámicas, laboratorios, excursiones, representaciones, debates y un largo etcétera.
Nada de esto está presente en la mayoría de las clases a distancia que básicamente consisten en exposiciones y tarea, lo cual dificulta al niño en gran medida la adquisición del conocimiento.
El factor emocional
Otro punto que considero como una de las dificultades para el aprendizaje durante la cuarentena y sobre el que creo ha existido poca sensibilidad es el aspecto emocional de los niños.
Ellos extrañan a su maestra, sus amigos y el resto de los familiares que no viven en casa. Extrañan su rutina, los espacios, el juego, el movimiento. la independencia de sus padres y hermanos, el desfogue físico entre otros aspectos.
Las condiciones emocionales adversas también son una dificultad significativa para el aprendizaje.
Propuesta
La cuarentena es una oportunidad, de romper con muchos moldes que la escuela tradicional viene heredando desde hace tiempo y que ahora es más que evidente que este modelo es inservible.
Muchos padres de familia extrañan más la escuela por el rol de “nana” que la institución cumplía, que por la dinámica y propuesta educativa.
La escuela tradicional en esta cuarentena queda evidenciada como un gran órgano patriarcal que de forma ordinaria “mete en cintura al niño” que lo fuerza a trabajar, que ejerce un rol controlador, pero que le es difícil por no decir imposible trabajar con la voluntad e innovación, para esta escuela solo existen la repetición de patrones y las amenazas (bajar puntos, quedarse sin recreo, reprobar, etc.) pero sin ellos no es nada.
“El estudiante no está comprometido con la escuela, simplemente se siente amenazado por ella”.
La cuarentena es la oportunidad para los maestros de salirse de los libros y la tarea excesiva, de invitar a hacer experimentos, regar una planta, ver las estrellas en estos días en que nuevamente son visibles desde las grandes ciudades, de leer un libro, de proponer con un fin pedagógico ver una serie y reflexionar al respecto (que de todas maneras lo están haciendo) de dar recorridos virtuales por los museos o escuchar la música del mundo
Es el momento en el que el maestro puede dejar el programa oficial de lado (pues en realidad no nos engañemos los estudiantes no están aprendiendo), y volver a ser la figura y autoridad amorosa que el niño requiere en momentos críticos como es este. ¿No sería mejor destinar una hora a la semana a entender a cada niño que el dar una educación despersonalizada y frívola?
La cuarentena tiene muchas lecciones que darnos es nuestra responsabilidad aprender de ella.