En este artículo queremos compartirte ¿Qué es un calendario Waldorf y cómo beneficia a los niños? ya que este es un elemento muy valioso para trabajar ritmo que es uno de los conceptos esenciales de la pedagogía Waldorf, te cuento un poco más:
Ritmo
El ritmo es un tema que ocupa libros enteros en la pedagogía Waldorf, pero digamos que en términos generales es la sana integración de la evolución en los tiempos propios de cada ser vivo.
La oruga tiene un ritmo perfecto para convertirse en mariposa, el árbol tiene un ritmo sincronizado con todo un ecosistema para dar un fruto, la tierra tiene un ritmo perfecto para hacer un movimiento de rotación y de traslación, los niños también tienen un ritmo y un tiempo ideal para adquirir habilidades y destrezas tales como caminar, hablar, leer y escribir.
Que un niño comprenda el ritmo del cosmos le permitirá apreciar y disfrutar de la vida, así como comprenderse a sí mismo e integrar armoniosamente su propio desarrollo.
Un niño que no tiene integrado el ritmo tendrá retrasos en su desarrollo o presentará comportamientos prematuros.
Ritmo y calendario Waldorf
Lo primero es saber ¿Qué es un calendario Waldorf y por qué se relaciona con el ritmo? El calendario consta de un mobiliario base el cual en la mayoría de las ocasiones es comprado (puedes adquirirlo aquí) y ordinariamente incluye:
- 12 muñecos los cuales representa cada mes del año
- Una base dividida en 4 partes (cada una con los meses de conforman cada estación) y que en conjunto representa de forma visual lo cíclico del año y del tiempo en general.
- La cantidad de dados que permita la combinación de todas las fechas posibles.
De tal manera el calendario Waldorf es una representación material de la energía cósmica. Mediante este elemento el niño puede entender visualmente conceptos que de otra manera resultarían muy abstractos para él, tales como: el tiempo, el cambio, la transformación, la pertenencia, lo cíclico.
¿Qué es lo que se hace con el calendario Waldorf?
Una vez que se tiene el mobiliario base lo que se tiene que hacer es acompañarlo de algunos objetos distintivos de la época y del lugar en donde nos encontremos.
Preferentemente elementos naturales que podamos recolectar o conseguir en el entorno natural en el que se desenvuelve el niño. Esto como forma de mediación para que el infante tome consciencia de todo aquello de su entorno natural que se le manifiesta y que alimenta a sus sentidos durante esa temporada.
Entre los elementos naturales más comunes con que se acompañan el calendario Waldorf están:
Flores y hojas:
Ya sea que se corten del jardín o si hay oportunidad de hacer una expedición al campo aún mejor.
Por lo general en cada mes y en cada una de las estaciones existen colores predominantes (azules en invierno, amarillos en primavera, verdes en verano y rojos en otoño) por lo que se pueden buscar hojas y flores con estas tonalidades representativas.
Semillas y frutas:
Los ciclos de la naturaleza también nos brindan comestibles de temporada, que igualmente corresponden en color a las estaciones (blueberry en invierno, mango en primavera, vainas verdes en verano y calabazas en otoño) podemos utilizar como acompañamiento algunos de estos elementos ya sea alrededor o dentro de nuestro calendario Waldorf, prefiriendo aquellos elementos que puedan conservarse por más tiempo sin echarse a perder.
Otros elementos naturales:
Como lana, plumas, troncos, piñas de los árboles, arena de playa, rocas, mazorca, solo por mencionar algunos.
Elementos propios de las festividades:
En el calendario Waldorf, también se pueden incluir algunos elementos que correspondan a una festividad o día especial de acuerdo a la fecha que estamos representando, por ejemplo, una vela para la celebración de día de muertos, o una esfera para navidad.
Ceremonia
Se sugiere colocar el calendario Waldorf, ya sea en una mesita en casa o en una estación de trabajo en la escuela, en la que el niño pueda contemplarlo.
El montar un calendario Waldorf es una actividad que tiene mayor relación con un momento de reflexión, introspección y contemplación que con una actividad recreativa y lúdica, hay que recordar que la finalidad de esto es que el infante tome consciencia de su unión con la naturaleza y el proceso de vida y renovación cíclico que la acompaña.
Un niño que tiene conciencia de los ciclos puede predecir, y al hacerlo será un niño que tiene confianza en el medio, pues no le resulta amenazante, el calendario Waldorf al igual que las rutinas en casa y escuela son un medio para lograrlo.
Igualmente es el simbolismo de los cambios internos, la energía, el apetito, el deseo de estar dentro o fuera de casa, no será el mismo en verano que en invierno, y el entenderlo de manera simbólica le permite al niño entender su interior.
Aunque en la mayoría de las escuelas Waldorf, la maestra es quien prepara la mesa de estación, con los elementos más significativos que los niños que proporcionan, en casa puede ser una gran actividad que disfruten en familia.