Sabemos que buscas la mejor preparación para tus hijos, quieres que estén sanos, que hagan actividades deportivas, artísticas, repasen lo visto en clase o aprendan idiomas, todo lo haces para prepararlos hacia un prometedor futuro, pero sabes una cosa: lo mejor que puede hacer tu hijo por las tardes es jugar y no ir a más clases, te decimos por qué.
Niños saturados y cansados
La agenda de los niños a últimos años está más que saturada, desde que salen de la escuela y hasta la noche, pasan de una clase a otra, de un centro de alta competitividad deportiva a uno de matemáticas avanzadas, a clases de ballet, idiomas o de música. Una jornada que ya algunos especialistas infantiles comienzan a catalogar como violencia por el grado de agotamiento fuera de proporción para un niño que en ocasiones puede llegar a pasar hasta 10 horas de alta exigencia entre la escuela, las tareas y las extraescolares.
Beneficios propios de juego libre
Lo que más sacrifican los padres de familia en pro de las extraescolares es el tiempo de juego libre de sus hijos. En muchos casos aun después de las clases vespertinas los niños tienen que llegar a hacer tareas, por lo cual las posibilidades de juego libre quedan muy reducidas o el nivel de agotamiento no les permite realizarlo, lo que genera que la única actividad de “juego” que tenga un niño en el día sean los videojuegos, que no son juego sino entretenimiento, y que los agota aún más, por lo que entrarán en un circulo vicioso que a la larga traerá un bajo rendimiento escolar y una desadaptación.
El juego libre tiene sus propios beneficios en la salud emocional de los niños, es una herramienta natural para la catarsis y el equilibrio psicológico. Tener la oportunidad de jugar en la infancia, es tener la posibilidad de bajar los grados de estrés y de ser un niño realizado.
Desarrollo de softskills
Una de las cosas que más buscan actualmente las empresas al momento de contratar, es que los candidatos tengan softskills, que son todas aquellas habilidades humanas que permiten la interacción eficiente con otras personas, la creatividad, el liderazgo, la capacidad para resolver problemas, y que cada vez es más difícil encontrar, entre otras razones, porque de niños no jugaron lo suficiente y no las desarrollaron.
Durante el juego los niños aprenden a socializar, resuelven problemas, crean estrategias, el juego libre se caracteriza por la imaginación y la fantasía, permite poner en práctica lo aprendido en clase de una manera natural y crear niños con alta autoestima. En conclusión, es la opción que te permitirá que tu hijo llegue a donde tu quieres que el llegue.