Los niños forman un todo con la naturaleza, en ella encuentra todos los elementos para su equilibrio tanto a nivel fisiológico como a nivel emocional, por lo cual, alejarlos del contacto con la naturaleza es causarles un desequilibrio, el cual es conocido como Trastorno por Déficit de Naturaleza.
De acuerdo a algunos especialistas como José Antonio Corraliza, quien es catedrático de Psicología Ambiental de la UAM, el éxito de la evolución del hombre se dio dentro de la naturaleza y la falta de contacto con ella causará una involución.
Los niños actuales son los más afectados por el Trastorno por Déficit de Naturaleza ya que a lo largo de la historia de la humanidad son quienes más han sido privados de este contacto.
Entre los problemas que se relacionan a este trastorno están la falta de estimulación rítmica. Los dispositivos electrónicos y la forma de vida citadina sobre estimulan los sentidos o lo hace de manera deficiente, pero no lo hacen al ritmo que el sistema nervioso lo requiere.
¿Qué consecuencias tiene?
Esta falta de estimulación rítmica, a veces acelerada y en ocasiones deficiente trae como consecuencia:
-Falta de concentración
-Ansiedad
-Estrés
-Trastornos del sueño
-Hiperactividad
-Asma
-Trastornos de la alimentación
¿Cómo evitar el Trastorno por Déficit de Naturaleza?
La manera de evitar y resarcir el daño que ocasiona este trastorno es mediante el vínculo constante y respetuoso con la naturaleza algunas formas de lograrlo son:
-Que el niño tenga experiencias directas en la naturaleza, desde una visita al parque más cercano hasta una excursión a una reserva ecológica.
-Tener, atender y vincularse emocionalmente con los animales y las mascotas.
-Tener experiencias lúdicas directas en la naturaleza como trepar un árbol, jugar con lodo, jugar con piedras y palos, etc.
-No tener solo juguetes de plástico, sino también materiales de juego como los sugeridos por la pedagogía Waldorf
-Realizar actividades de jardinería que pueden ser tan simples como que un niño sea el responsable de regar una planta hasta tener un huerto urbano
-No solo consumir alimentos utraprocsados sino comer con conciencia alientos de origen natural, disfrutando de su olor, apariencia y sabor.