Históricamente las escuelas han sido lugares diseñados para el desarrollo intelectual y emocional, pero también y no menos importante para el desarrollo físico de los niños. A lo largo de la historia las grandes edificaciones escolares han ido migrando a casas adaptadas, con espacios reducidos, que limitan el desarrollo físico, es por ello que en nos pareció de importancia el darte a conocer los riesgos en niños inscritos en escuelas sin patio de juego
–Falta de desarrollo motriz en niños inscritos en escuelas sin patio de juego
Los especialistas en neurodesarrollo concluyen que la maduración intelectual se da a partir del movimiento y la estimulación de los sentidos, pero ¿Qué tanto se puede lograr cuando el espacio de juego para todos los alumnos es el equivalente al de una cochera en una casa? Realmente muy poco, lo que ocasionará consecuencias madurativas negativas en los niños, quienes naturalmente necesitan correr, rodar, botar balones, deslizarse, estar en contacto con el sol, entre otras, de forma constante y en gran medida.
–Potencial desarrollo de la obesidad en niños inscritos en escuelas sin patio de juego
Va unido con el punto anterior, el gusto por la expresión corporal y el deporte se fomenta desde los primeros años, pero en aquellas escuelas en las que las actividades en el recreo consisten en permanecer sentado y consumir alimentos es la vía más rápida para el desarrollo de una obesidad infantil y un desinterés en el deporte.
-Potenciales accidentes en niños inscritos en escuelas sin patio de juego:
Las escaleras, la altura de los baños y lavabos, el tipo de puertas y pisos, la inexistencia de las salidas de emergencia, son solo algunos de los peligros latentes que se encuentran en las casas que han sido adaptadas a escuelas.
-Sensación de hacinamiento en niños inscritos en escuelas sin patio de juego:
A quien nos gustaría compartir nuestra habitación con 25 personas, o un baño con 70, definitivamente a nadie sin embargo esa es la sensación que tienen los alumnos que estudian en una habitación adaptada para salón de clases. La ansiedad infantil, la violencia, intolerancia y relaciones personales de mala calidad son solo algunas consecuencias emocionales que las personas experimentan cuando el espacio de convivencia es reducido y compartido por una cantidad inconveniente de personas.
-Propensión a contraer enfermedades constantemente en niños inscritos en escuelas sin patio de juego:
Y a que este tipo de construcciones aumentan el estrés y disminuye las defensas, hay mayor probabilidad y riesgo de adquirir infecciones respiratorias y enfermedades transmitidas por contacto directo.
-Aspectos relacionados a la sexualidad en niños inscritos en escuelas sin patio de juego:
Entre más nos acerquemos a la adolescencia mayor necesidad de privacidad e intimidad tienen los estudiantes de un espacio vital, sin embargo, en las casas adaptadas a escuelas suele no respetarse esta situación.